lunes, 6 de marzo de 2017

ENRIQUE IV y la vigencia de un clásico que nos interpela
                                                                                                                                                                           
                                                                                                                                                                               por Valeria Misevich

“Es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a categoría de ruido de fondo,
pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo.”
Italo Calvino
    
     Enrique IV, comedia en tres actos escrita en 1921, es considerada una de las obras maestras de Pirandello.  La reflexión sobre la locura y la razón, la ficción y la realidad, y sus límites siempre imprecisos que no nos permiten transitar nuestra existencia ingenuamente, son los temas recurrentes en la obra del autor, y en Enrique IV asistimos a la representación de una historia que nos permite reflexionar sobre la imagen que cada uno de nosotros construye para mostrar, para moverse en una sociedad que vive de apariencias, de superficies y de simulacros.




     Hoy Pirandello es convocado en Hasta Trilce, un teatro de Almagro digno de conocerse no sólo por su sala sino por todo lo que la rodea. La sala teatral cuenta con un escenario elevado muy amplio que permite que elencos numerosos puedan trabajar cómodamente, como en este caso. La escenografía de patrones geométricos y juego de volumen, ofrece la posibilidad de trabajar con la extraescena y deja lugar al desarrollo de la representación. Sergio Grimblat propone una puesta en escena que sobresale fundamentalmente por la actuación de su protagonista, Juan Pablo Sierra, que logra desde lo corporal atraer la mirada del espectador. El texto prepara la entrada de este personaje, y Sierra no decepciona. Presencia escénica que construye con un adecuado manejo de la gestualidad, fundamental para el género en el que se inscribe la obra, y con sus movimientos dentro del espacio. El resto del elenco acompaña correctamente, aunque por momentos pareciera que no encuentren una dinámica en el manejo del espacio. El otro fuerte del espectáculo es el vestuario, bellamente diseñado por Valentina Remenik, que se desprende del fondo ofrecido por la escenografía a partir de los colores y las texturas elegidas.

     Una propuesta interesante que invoca un clásico para dialogar con otros espectáculos del circuito teatral porteño sobre el binomio realidad/ficción, tema de interés universal  pero que se actualiza con características propias en cada momento y en cada sociedad en la continua búsqueda de respuestas trascendentales.


Ficha técnico artística
Actúan: Lautaro Alvarez, Juan Pablo Cappellotti, Constanza Cardillo, Rubén Dellarossa, Federico Grinbank, Barbara Irisarri, Jorge Landaco, Federico Lombardía, Juan Pablo Sierra, Eduardo Veliz
Diseño de vestuario:
Valentina Remenik
Diseño de escenografía:
Magali Acha
Diseño de Iluminación:
Julio Alejandro López
Diseño gráfico:
Jorge López
Asesoramiento Sonoro:
Carmen Baliero
Diseño de zapatos medievales:
G. Duarte/C. Villagra/F. Zaffaroni
Realización escenográfica:
Los escuderos
Caracterización:
Romina Ponce/Analía Gómez Lima
Producción ejecutiva:
Pato Rébora
Asistencia de dirección:
Julieta Cantero/Checho  C. Strusiat
Dirección:
Sergio Grimblat

TEATRO HASTA TRILCE (Maza 177, CABA) Viernes - 20:30 hs 

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